El término «batería» fue acuñado por el científico estadounidense Benjamin Franklin en 1749. Franklin utilizó el término para referirse a un conjunto de botellas de Leyden, que son dispositivos electrostáticos que pueden almacenar una carga eléctrica.

En su artículo «Experiments and Observations on Electricity,» Franklin escribió:

«En esta disposición, las botellas actúan como una batería, y la carga eléctrica se acumula en ellas gradualmente.»

El término «batería» se deriva de la palabra latina «batteria,» que significa «golpe» o «acometida.» Franklin eligió este término porque las botellas de Leyden producen una descarga eléctrica repentina y poderosa, similar a un golpe.

El término «batería» se ha utilizado desde entonces para referirse a cualquier conjunto de dispositivos eléctricos conectados entre sí. En el contexto de las baterías eléctricas, el término se refiere a un dispositivo que convierte la energía química en energía eléctrica.